domingo, 15 de diciembre de 2013

LOS HABITOS

PROLOGO (introducción)

Ser joven es tan maravilloso como desafiante. En Los 7 hábitos de los adolescentes altamente efectivos, Sean Covey aplica los principios imperecederos de los 7 Hábitos a las difíciles circunstancias y decisiones que afrontan los jóvenes. De manera divertida, Covey presenta una guía que ayuda a los adolescentes a mejorar su imagen y estima, desarrollar su potencial, formar amistades, resistir las presiones, fijar y lograr sus metas, mantener una buena relación con sus padres y mucho más. Lectura indispensable para quienes atraviesan por la etapa más inquieta y dinámica de su vida, así como para padres, abuelos y cualquier adulto que ejerza influencia sobre ellos. Con caricaturas, ideas ingeniosas, grandiosas citas e increíbles anécdotas de muchachos de todo el mundo, este libro es la última palabra en supervivencia y desarrollo durante la juventud, e incluso después.


Hábito 1. Ser proactivo 


 Es clave para todos los demás. Es tener la fuerza en la propia vida, responsabilizarse de ser feliz, está conduciendo tu propio destino. Contrapone ser proactivo a ser reactivo: lo primero es resolver problemas, lo segundo es seguir impulsos ante cualquier dificultad. Ser proactivo es tomar decisiones en base a valores, pensar antes de actuar. Estar calmado, atento y con el control de uno mismo.

Una persona preactiva utiliza un lenguaje que le empodera, mientras que siendo reactivos perdemos el poder, para dárselo a otro. Cómo hablarse a sí mismo, para ser proactivo: lo lograré, podré mejorar, voy a ver qué opciones tengo, esto es lo que he elegido hacer, tiene que haber una solución, no voy a dejar que se me pegue el poco ánimo. Sentirse víctima constantemente es pensar que todos están en contra de uno, que le deben algo o que se ofenden, culpabilizan y se enfadan, siendo reactivos, no preactivos.

Una persona preactiva ha aprendido a no ofenderse sin motivo, a responsabilizarse de sus decisiones, a pensar antes de actuar, a volver a intentarlo cuando no logran lo que querían, a buscar la manera de que algo suceda como quieren, a concentrarse en lo que tienen bajo su control. No se puede controlar todo lo que nos sucede, pero sí se puede controlar cómo reaccionamos ante lo que nos sucede. Se puede imaginar como un círculo interior en el que uno tiene el control de lo que le pasa, mientras que más allá no puede controlar: dedicarse a pensar en lo que está fuera de nuestra responsabilidad produce pérdida de poder sobre uno mismo y aumenta los problemas.


Cuando un adolescente ha tenido malas experiencias en su vida, suele carecer de modelos de buen comportamiento y caer en comportamientos de riesgo, pero se puede detener ese círculo vicioso: siendo uno mismo agente de sus cambios vitales. Se pueden detener los malos hábitos. El adolescente puede superar sus aprendizajes, cuando son incapacitantes o le predisponen al riesgo, y pueden crear otro marco mental, con el que cambiar sus vidas.




Hábito 2. Comenzar con la meta en mente 

Es desarrollar una idea clara del lugar que uno ocupa en la vida: qué quieres llegar a ser y cuales son tus valores y cuales van a ser tus metas. El primer hábito consiste en conducir uno su propia vida, el segundo en saber a dónde ir. Es pensar mas allá del momento presente, para ir en la dirección correcta. Siempre tenemos en mente planes antes de actuar, utilizando la imaginación para ello. Es importante en la adolescencia porque es un momento crítico de la vida, en el que lo que uno decide puede determinar todo lo que será más adelante.

Hay que tomar decisiones en la adolescencia:
- Qué estudiar
- Cual será tu actitud ante la vida
- Si se debe formar parte de un equipo de deporte
- Qué amigos tener
- Con qué pandillas ir
- Cómo tener relaciones sexuales, o no tenerlas
- Si vas a beber, fumar o tomar drogas
- Qué valores van a dirigir tu vida
- Qué relación vas a tener con tu familia
- Qué vas a defender
- Cómo puedes contribuir a tu comunidad



Hábito 3: Poner primero lo primero 

Hacer prioridades y administrar el tiempo para hacer lo más importante lo primero. Es más que administrarse el tiempo. Es superar temores, sentirse fuerte ante la dificultad. Es hacer que las metas y misiones sean lo primero en la vida: eres el conductor, decides a dónde ir y vas a llegar, no te dejas detener por obstáculos. Hay que hacer una matriz con dos variables: lo importante y no importante, lo urgente y no urgente, para así poder priorizar. Lo urgente no nos puede hacer olvidar lo importante.

El adolescente que se marca prioridades tiene en cuenta lo que es importante y no llega a sentirse en situaciones de urgencia, porque planifica y fija sus metas, realiza las tareas antes del límite, hace ejercicio, se relaciona bien y sabe descansar. Es donde debemos enseñarles a manejar sus tareas: siempre se planifica antes lo importante y así se evitan las urgencias en todo lo posible. Tiene su trabajo y sus planes bajo control, los revisa, los realiza de manera ordenada. Y deja tiempo para descansar y recuperarse. Controla su vida, está equilibrado y consigue sus metas.

Los adolescentes que no manejan bien sus prioridades, tienen que aprender a hacer primero lo importante, a no distraerse con lo superfluo y a saber decir no a lo que no tiene tiempo de hacer, y a no descansar cuando tiene obligaciones. El autor recomienda tener una agenda y planificar cada semana los siete días que tiene por delante: qué es lo importante que tengo que hacer, son las grandes tareas, cuanto tiempo debo dedicarles, y luego programarse todo lo demás.


Hábito 4. Pensar en ganar - ganar 

Es una actitud ante la vida: puedo ganar y los demás también, y es básico para convivir bien. Se basa en creer que somos todos iguales. En las relaciones con los demás no se trata de ganarles, sino de ganar en la relación. El autor asemeja el impulso por vencer a los demás a un tótem, a una medida, en la que solo importa tener la mayor parte, de lo que sea.

Aunque nos han educado para pensar en términos de competición (sobre todo en países occidentales), se deben evitar estos comportamientos:

- Utilizar a otras personas para lograr los propios propósitos de manera egoísta
- Intentar avanzar a su costa
- Difundir rumores sobre otra persona
- Insistir en salirse con la suya, sin tener en cuenta lo que sienten los demás
- Tener celos o envidia cuando a alguien le sucede algo bueno



Hábito 5. Busca primero entender, luego ser entendido 

Entender a los demás y ser entendido es la necesidad más profunda del ser humano. La clave para la buena comunicación es primero entender y luego ser entendido. Ver las cosas desde el punto de vista del otro, para comprender.

Hay cinco malos estilos de escuchar a los demás:

- Distraerse
- Fingir que se escucha
- Escuchar sólo una parte de lo que dice
- Escuchar sólo palabras, sin comprender
- Escuchar de manera egocéntrica, pensando solo en uno mismo

Cómo se escucha de verdad: hay que hacer tres cosas  

1) Escuchar con los ojos, el corazón y los oídos, es tener en cuenta el lenguaje corporal, el tono, el sentimiento, el significado que ponemos en la expresión verbal, el énfasis en cada palabra. Escuchar además lo que no dicen, lo que pueden sentir pero no se atreven a decir. Esto es importante entre los adolescentes, que a menudo piden que “escuchemos lo que no dicen”.
2) Ponerse en su lugar, intentar ver el mundo como lo ven los demás y sentir lo que sienten. Las personas tenemos cada uno nuestro punto de vista y se puede tener distinta razón sobre algo, sin que sea una competición por ver quien se lleva la razón.
3) Pensar como en un espejo, reflejando lo que la otra persona dice, repitiéndolo con tus propias palabras, no imitando, sino repetir el significado, utilizando palabras distintas y con calidez afectiva y atención. Son esas frases que sabemos que facilitan la comunicación: “me parece que sientes…”, “yo lo veo así…”, “noto que te sientes…”, “lo que dices es que…”.. Sobre todo cuando es una conversación importante, hay que dedicarle el tiempo y la atención necesarios.


Hábito 6. Sinergizar 

Sinergia es trabajar dos o más personas a la vez para crear una solución mejor de lo que se puede lograr sólo. Es lograr una forma mejor de hacer algo, entre dos o más personas. Es una recompensa de los anteriores hábitos, porque consiste en ir por la vida de manera cooperativa, se llega más lejos y más rápido. Hay que celebrar las diferencias, trabajar en equipo, tener una mente abierta y encontrar formas nuevas y mejores de hacer las cosas, así se logran sinergias.

La naturaleza está llena de sinergias, no es nada nuevo, pero sí que tenemos que conformar el hábito en los adolescentes. Es un proceso, resultado de las actitudes y habilidades anteriores. La diversidad no se debe solo tolerar, ni tampoco evitar, hay que celebrarla, como un modo de enriquecer la actividad. Lo distinto tienen que percibirlo como una oportunidad para la creatividad. En realidad todos aprendemos de manera distinta, tenemos talentos muy diversos que podemos aprender a conjugar, vemos el mundo de distintos modos y tenemos nuestros propios paradigmas, distintos rasgos. Todo esto nos hace diversos, y hace más complejo lograr esas sinergias.



 Hábito 7. Afilar la sierra 

Este capítulo recorre algunas de las decisiones y situaciones a las que se enfrenta un adolescente. Es la capacidad de recuperarse cuando no se están teniendo unos buenos hábitos: al formar los anteriores 6 hábitos, el adolescente puede ser capaz de renovarse.

Primero tiene que comprender que todo dependerá del modo piense en sí mismo y se sienta consigo mismo, como punto de partida. A continuación se podría enfrentar a las decisiones, cambiar si no le van las cosas del todo bien: qué hacer con la educación, elegir sus mejores actividades, evitar los comportamientos de riesgo, pero sobre todo decidirse a que sea “su momento”, el punto de su vida en el que puede ponerse a trabajar de manera positiva y eficaz.

Se tiene que enfrentar con hábitos renovados a las amistades, a la sexualidad, a sí mismo, a los deportes, a la naturaleza. Este último hábito es la salida hacia la realidad, de una manera más optimista y capaz de resolver los problemas que nos plantea. Contiene consejos útiles sobre cada uno de los temas anteriores.